El blanqueamiento dental no es doloroso, pero algunas personas pueden experimentar sensibilidad temporal en los dientes o las encías durante o después del tratamiento. Esta sensibilidad no es un dolor intenso, sino una molestia que suele durar entre unas horas y pocos días, y es más común en pacientes con dientes ya sensibles.
La causa principal de esta sensibilidad es la penetración del agente blanqueador (generalmente peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida) en el esmalte hasta la dentina, donde puede estimular las terminaciones nerviosas. Sin embargo, los productos actuales están formulados para minimizar estas molestias, y muchos tratamientos incluyen agentes desensibilizantes.
Si el blanqueamiento se realiza bajo la supervisión de un odontólogo, es un procedimiento seguro, controlado y bien tolerado. En caso de sensibilidad, se pueden tomar medidas como espaciar las sesiones, usar pastas dentales especiales o aplicar geles desensibilizantes. En resumen, el blanqueamiento dental no debería doler, y cualquier molestia es leve, temporal y tratable.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas