No se recomienda realizar blanqueamiento dental durante el embarazo o la lactancia, principalmente por precaución, ya que no existen estudios concluyentes que demuestren la seguridad total de los agentes blanqueadores (como el peróxido de hidrógeno o carbamida) en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Aunque el riesgo real de absorción sistémica es muy bajo, los profesionales prefieren evitar la exposición a cualquier sustancia química innecesaria durante estas etapas sensibles. Además, durante el embarazo, las encías pueden estar más inflamadas o sensibles, lo que podría aumentar el riesgo de irritación con este tipo de tratamientos.
En resumen, lo más prudente es esperar hasta después del embarazo y la lactancia para realizar un blanqueamiento dental. Mientras tanto, puedes mantener una buena higiene oral, hacerte limpiezas profesionales y consultar a tu odontólogo sobre cuidados estéticos seguros durante esta etapa.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas