No, las carillas dentales no son dolorosas. El procedimiento es mínimamente invasivo y suele realizarse con anestesia local si se requiere tallar ligeramente el diente. En muchos casos, especialmente con carillas de resina compuesta o carillas ultrafinas, ni siquiera es necesario usar anestesia, ya que el desgaste del esmalte es mínimo o nulo.
Después de la colocación, algunos pacientes pueden experimentar ligera sensibilidad al frío o al calor durante unos días, pero esto es temporal y generalmente se resuelve sin necesidad de tratamiento adicional. La gran mayoría de personas no reporta dolor significativo durante ni después del procedimiento.
En resumen, colocarse carillas es un proceso cómodo y seguro cuando es realizado por un odontólogo calificado. Si existen molestias, son leves y pasajeras, y el resultado final suele compensar ampliamente la experiencia, con una sonrisa estética y natural.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas