Muchas de estas bebidas contienen ácidos como el ácido fosfórico y el ácido cítrico. Estos ácidos pueden erosionar el esmalte dental, lo cual puede provocar, tal y como hemos comentado en punto anteriores, que los pigmentos se adhieran con mayor facilidad y los dientes se vean más amarillos.
Estas bebidas suelen contener a su vez altas cantidades de azúcar, lo que contribuye a la formación de caries. Las bacterias presentes en la boca se alimentan de los azúcares y producen ácidos que dañan el esmalte dental, facilitando con ello la aparición de manchas y decoloración.
Además, muchos refrescos y bebidas azucaradas contienen colorantes artificiales para mejorar su apariencia visual. Estos colorantes pueden adherirse a los dientes y causar manchas y decoloración, especialmente si se consumen regularmente y en grandes cantidades.
Por otro lado, las bebidas carbonatadas, como los refrescos y las gaseosas, pueden causar deshidratación. La saliva es esencial para mantener los dientes limpios y neutralizar los ácidos presentes en la boca. Cuando estamos deshidratados, la producción de saliva se reduce, lo que facilita que se dañe el esmalte y aumente el riesgo de que los dientes se tiñan o decoloren.
Bebidas que tiñen los dientes: primer plano de refresco de cola.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas