Los dientes manchados pueden tener múltiples causas, y se dividen principalmente en manchas extrínsecas (superficiales) y manchas intrínsecas (internas).
Las manchas extrínsecas se producen por factores externos y afectan la superficie del esmalte. Las causas más comunes incluyen el consumo frecuente de café, té, vino tinto, refrescos oscuros, así como el tabaco y una higiene bucal deficiente. Estos pigmentos se adhieren al esmalte con el tiempo, oscureciendo el color natural del diente.
Por otro lado, las manchas intrínsecas se originan dentro del diente y son más difíciles de eliminar. Pueden ser causadas por el uso de antibióticos como la tetraciclina durante la infancia, exceso de flúor (fluorosis), traumatismos dentales o el envejecimiento natural, que hace que el esmalte se desgaste y la dentina (más amarillenta) se haga más visible.
En todos los casos, el odontólogo puede evaluar el origen de las manchas y recomendar el tratamiento adecuado, que puede incluir limpieza profesional, blanqueamiento o incluso carillas, según el tipo y la intensidad de la pigmentación.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas