Los dientes deben cuidarse desde su aparición. Hay cepillos muy suaves para que los niños aprendan a lavarse los dientes en estos primeros años en los que, además de la limpieza en sí, es necesario que adquieran los hábitos de higiene bucodental.
Una vez que aparece el primer molar de leche, el cepillado cobra una mayor importancia. Lo ideal es que se laven los dientes tres veces al día -una después de cada comida- pero es especialmente importante que nunca se olvide por la mañana, después del desayuno, y antes de irse a la cama.
No obstante, hay niños que, aun manteniendo una correcta higiene bucodental, tienen mayor tendencia a padecer caries: bien por tener una dentición en la que los surcos y fisuras son muy pronunciados, o porque sus dientes tienen un esmalte más débil, o por su tipo de saliva. Incluso puede haber una cierta predisposición genética.
Durante los primeros años se evite que los niños se vayan a la cama con un biberón de zumo o leche, ya que puede provocar caries que llegan a ser muy agresivas. Si necesitan beber a lo largo de la noche, el agua es la mejor opción.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas