1. Entre los 6 y 7 años:
La American Association of Orthodontists recomienda que los niños tengan una evaluación ortodóntica a esta edad, ya que los dientes permanentes están comenzando a salir y pueden surgir problemas de alineación tempranos.
2. Mala alineación de los dientes:
Si los dientes del niño no se alinean bien (dientes torcidos, superpuestos, o separados), esto puede afectar la mordida.
3. Mordida incorrecta:
Si notas que el niño tiene una mordida muy pronunciada, mordida cruzada (los dientes superiores muerden hacia adentro o hacia afuera de los dientes inferiores) o sobremordida (los dientes superiores se sobresalen mucho de los inferiores), es una señal de que podría necesitar ortodoncia.
4. Problemas con la masticación o el habla:
Si el niño tiene dificultades para masticar, morder o hablar correctamente debido a problemas con sus dientes, una evaluación ortodóntica es recomendable.
5. Hábito de chuparse el dedo:
Si el niño sigue chupándose el dedo o usando el chupón después de los 4 años, puede haber un impacto en el desarrollo de sus dientes y mandíbulas.
6. Dificultad para cerrar la boca:
Si el niño parece tener dificultad para cerrar completamente la boca o muestra signos de apretar los dientes, puede ser una señal de problemas que deberían ser evaluados por un ortodoncista.
7. Crecimiento anómalo de los dientes
Si los dientes del niño no caen en el momento adecuado o si salen de manera desorganizada, también es un buen momento para una consulta.
* Es importante no esperar hasta que el niño sea mayor, ya que en muchos casos, una intervención temprana puede evitar problemas más serios en el futuro. Un ortodoncista puede ayudar a guiar el desarrollo de los dientes y las mandíbulas para evitar complicaciones.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas