Los sellantes preventivos son un tratamiento odontológico sencillo y eficaz que consiste en aplicar una resina líquida especial sobre la superficie de los dientes, especialmente en los molares y premolares permanentes, para sellar las fosas y fisuras profundas. Estas zonas son propensas a acumular placa bacteriana y restos de alimentos, lo que aumenta el riesgo de caries, sobre todo en niños y adolescentes.
El procedimiento es rápido, indoloro y no invasivo. Primero, se limpia cuidadosamente la superficie del diente, se seca y se aplica un agente acondicionador para preparar el esmalte. Luego se coloca el sellante fluido, que se endurece con una luz especial (luz halógena o LED). El resultado es una barrera física y química que protege el diente contra las bacterias y ácidos que causan la caries.
Los sellantes están especialmente indicados en dientes permanentes recién erupcionados, ya que en ese momento son más vulnerables a las caries. Sin embargo, también pueden colocarse en dientes temporales (de leche) en niños con alto riesgo de caries, o incluso en adultos si presentan surcos profundos difíciles de limpiar.
Entre sus ventajas, destacan su eficacia preventiva, su bajo costo en comparación con tratamientos restaurativos, y su larga duración, que puede ser de varios años si se mantienen adecuadamente. Es importante acudir a controles periódicos, ya que con el tiempo el sellante puede desgastarse o desprenderse parcialmente, necesitando retoques.
En resumen, los sellantes preventivos son una herramienta clave en la prevención de caries dentales, especialmente en edades tempranas. Son seguros, efectivos y ayudan a reducir significativamente la necesidad de tratamientos más complejos en el futuro, siempre como complemento de una buena higiene oral y visitas regulares al odontólogo.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas