La principal diferencia entre un cepillo manual y un cepillo eléctrico radica en su modo de funcionamiento y en la forma en que limpian los dientes.
El cepillo manual depende completamente del movimiento que hace el usuario: se debe cepillar con la técnica adecuada y durante al menos dos minutos para obtener buenos resultados. Es económico, fácil de transportar y no requiere baterías ni carga, pero su efectividad puede variar según el esfuerzo y la técnica de cada persona.
El cepillo eléctrico, en cambio, tiene un cabezal que vibra, oscila o rota automáticamente, lo que facilita una limpieza más uniforme y profunda, especialmente en zonas difíciles de alcanzar. Es ideal para personas con movilidad limitada, niños o quienes tienen dificultades para cepillarse correctamente. Aunque suele ser más costoso, muchos modelos incluyen temporizador y sensores de presión para mejorar la técnica de cepillado.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas