Los implantes dentales están hechos de materiales biocompatibles, es decir, que el cuerpo humano acepta sin generar rechazo. Estos materiales están diseñados para integrarse de forma segura con el hueso y durar muchos años. Los más comunes son:
1. Titanio
Es el material más utilizado en implantología. El titanio es fuerte, ligero, resistente a la corrosión y altamente compatible con el organismo. Gracias a estas propiedades, permite una buena osteointegración (unión directa con el hueso). Existen implantes de titanio puro y aleaciones de titanio con otros metales (como aluminio o vanadio) que también son seguras y eficaces.
2. Zirconio (óxido de circonio)
Es un material cerámico de color blanco, ideal para pacientes con sensibilidad a los metales o por razones estéticas (especialmente en la zona frontal). Es altamente biocompatible y también se integra con el hueso, aunque su uso es menos común que el del titanio. Los implantes de zirconio no conducen electricidad ni calor y son totalmente libres de metal.
3. Materiales utilizados en las coronas
Aunque el implante (la raíz artificial) es de titanio o zirconio, la corona dental (la parte visible del diente) puede estar hecha de:
- Porcelana o cerámica pura (estética y natural)
- Zirconio (muy resistente y estético)
- Metal-porcelana (estructura interna de metal recubierta con porcelana)
En resumen, los implantes suelen ser de titanio o zirconio, dependiendo de las necesidades médicas y estéticas del paciente. Ambos materiales son seguros, duraderos y ampliamente usados en odontología moderna. La elección debe hacerla un especialista según tu caso particular.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas