Sí, los implantes dentales pueden infectarse, aunque no es común si se siguen los cuidados adecuados. La infección alrededor de un implante se conoce como periimplantitis y afecta los tejidos que lo rodean, incluyendo la encía y el hueso. Si no se trata a tiempo, puede provocar la pérdida del implante.
Las causas más frecuentes de infección son la mala higiene bucal, el tabaquismo, enfermedades como la diabetes no controlada, y en algunos casos, errores en la técnica quirúrgica o en la colocación de la prótesis. También puede haber mayor riesgo si el paciente no acude a controles periódicos o descuida los cuidados postoperatorios.
Los síntomas de una posible infección incluyen encías inflamadas o enrojecidas, dolor persistente, sangrado al cepillarse, mal olor, o incluso movilidad del implante. Ante cualquiera de estos signos, es fundamental acudir al odontólogo lo antes posible.
En resumen, aunque los implantes son muy seguros, sí pueden infectarse si no se mantienen una buena higiene y controles regulares. La prevención es clave: cepillado adecuado, uso de hilo dental o irrigador bucal, no fumar y visitar al dentista con frecuencia.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas