Sí, una persona con diabetes o hipertensión puede colocarse implantes dentales, siempre que su condición esté bien controlada. Estas enfermedades no son una contraindicación absoluta, pero sí representan factores de riesgo que deben ser cuidadosamente evaluados por el odontólogo antes del procedimiento.
En el caso de la diabetes, especialmente la tipo 2, es fundamental que los niveles de glucosa estén dentro de rangos normales. La diabetes mal controlada puede afectar la cicatrización y aumentar el riesgo de infecciones, lo que podría comprometer la osteointegración del implante. Si el paciente mantiene un buen control médico, sigue sus medicamentos y cuida su higiene bucal, las probabilidades de éxito son muy altas.
Para los pacientes con hipertensión, también se puede realizar el tratamiento siempre que la presión arterial esté estabilizada. El estrés del procedimiento o el uso de anestesia con vasoconstrictores puede elevar temporalmente la presión, por lo que el dentista debe trabajar con precaución y, si es necesario, en coordinación con el médico tratante. En algunos casos, se mide la presión antes de iniciar la cirugía para asegurar que esté en un nivel seguro.
En resumen, sí es posible tener implantes si eres diabético o hipertenso, pero tu salud debe estar controlada y supervisada. La clave está en una buena planificación, comunicación entre el odontólogo y tu médico, y cuidados postoperatorios estrictos.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas