Después de colocarte un implante dental, es fundamental seguir ciertos cuidados para asegurar una buena cicatrización y aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento. Durante las primeras 24 a 72 horas, debes evitar esfuerzos físicos intensos, no fumar, y seguir una dieta blanda y fría o templada para no irritar la zona tratada. También es importante no escupir ni enjuagarte con fuerza para no afectar el coágulo que se forma en la herida.
La higiene oral es clave, pero debe hacerse con delicadeza. Puedes cepillar los dientes normalmente, evitando la zona del implante durante los primeros días. Tu odontólogo te puede recomendar enjuagues antibacterianos (como clorhexidina) y el uso de un cepillo suave o especial para implantes. Mantener la boca limpia reduce el riesgo de infección y favorece la cicatrización.
Es normal que aparezcan molestias, hinchazón o pequeños hematomas en la cara. Para aliviarlos, puedes aplicar compresas frías en el área durante las primeras 24 horas y tomar los analgésicos o antiinflamatorios que te indiquemos. En algunos casos también se receta antibiótico preventivo. Si el dolor es muy intenso o si notas sangrado abundante o fiebre, debes contactarnos de inmediato.
A largo plazo, los implantes requieren el mismo o mayor cuidado que los dientes naturales. Esto incluye cepillado dos veces al día, uso de hilo dental o irrigadores bucales, y visitas regulares al dentista para controles y limpiezas profesionales. Un buen mantenimiento asegura la durabilidad del implante por muchos años, e incluso de por vida..
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas