El sangrado postoperatorio después de una cirugía bucal, como una extracción dental, es una reacción esperada, pero hay que saber distinguir entre lo que es normal y lo que no lo es.
Es normal que haya un sangrado leve o exudado sanguinolento durante las primeras 24 horas tras la cirugía. Este suele disminuir progresivamente y puede mezclarse con saliva, dando la apariencia de un sangrado mayor de lo que realmente es. Presionar con una gasa estéril durante 30–45 minutos suele ser suficiente para detenerlo. También es común que reaparezca un leve sangrado si el paciente habla mucho, hace esfuerzo físico, escupe, enjuaga la boca o mastica del lado operado.
El sangrado no es normal si es abundante, continuo o reaparece varias horas después del procedimiento, sin causa aparente. También es una señal de alerta si el paciente empapa varias gasas seguidas, presenta coágulos grandes o sangrado acompañado de otros síntomas como dolor intenso, inflamación severa o malestar general. En estos casos, se debe acudir de inmediato al profesional para evaluar la causa y tomar medidas correctivas.
En resumen, un leve sangrado al principio es esperable, pero si persiste o se intensifica pasadas las primeras horas, debe ser considerado anormal y requiere atención profesional.
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Cirujano Dentista - Dr. Jose Cano Salinas
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