La alveolitis seca, también conocida como osteítis alveolar, es una complicación dolorosa que puede ocurrir después de una extracción dental, especialmente en los terceros molares inferiores. Se produce cuando el coágulo de sangre que protege el alveolo (el hueco del diente extraído) se pierde prematuramente o no se forma correctamente, dejando el hueso y terminaciones nerviosas expuestos.
Los síntomas suelen aparecer entre 2 y 4 días después de la extracción, e incluyen dolor intenso y persistente, mal aliento, mal sabor de boca y, en algunos casos, inflamación leve. A diferencia de una infección, la alveolitis seca no suele ir acompañada de pus o fiebre, pero el dolor puede irradiarse hacia el oído, la mandíbula o la cabeza.
Para prevenirla, es fundamental no enjuagar ni escupir vigorosamente durante las primeras 24 horas, no fumar, evitar el uso de popotes, y seguir estrictamente las indicaciones postoperatorias. También es importante mantener una adecuada higiene oral sin tocar la zona de la herida y asistir a los controles indicados por el profesional.
En caso de presentar síntomas compatibles con alveolitis seca, se debe acudir al odontólogo para realizar un lavado del alveolo, colocar un apósito medicado y controlar el dolor. Aunque suele resolverse en pocos días, el tratamiento profesional es clave para aliviar los síntomas y evitar complicaciones.
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Cirujano Dentista - Dr. Jose Cano Salinas
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