La extracción de un tercer molar, comúnmente conocido como muela del juicio, se considera necesaria cuando su presencia representa un riesgo para la salud bucal o general del paciente. Una de las razones más frecuentes es que estos dientes suelen erupcionar en posiciones anómalas o no erupcionar completamente, quedando parcialmente retenidos. Esto facilita la acumulación de bacterias y restos de alimentos, lo que puede provocar infecciones locales como pericoronitis, además de dolor, inflamación y mal aliento.
También se indica la extracción cuando el tercer molar impacta contra el segundo molar, causando daño al diente adyacente, como caries o reabsorciones radiculares. Otro motivo habitual es la falta de espacio en la arcada dentaria, lo que impide su correcta erupción y puede generar apiñamiento dental, especialmente después de tratamientos ortodónticos. En algunos casos, estos molares pueden estar asociados a quistes o tumores odontogénicos, lo que justifica su remoción preventiva.
Asimismo, si los terceros molares provocan molestias recurrentes, dolores mandibulares, o dificultan la higiene oral, su extracción se considera una medida preventiva para evitar complicaciones futuras. Finalmente, aunque algunos terceros molares pueden estar completamente erupcionados y no causar problemas, el odontólogo puede recomendar su extracción si existe un riesgo potencial de patología o si interfieren con otros tratamientos planificados, como prótesis o cirugía ortognática.
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Cirujano Dentista - Dr. Jose Cano Salinas
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