La exodoncia compleja de un tercer molar es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extracción de una muela del juicio que presenta dificultades para erupcionar o se encuentra en una posición anormal dentro del hueso maxilar o mandibular. A diferencia de una extracción simple, esta intervención requiere técnicas avanzadas como incisiones en la encía, remoción de hueso o sección del diente. Las muelas del juicio, al ser los últimos dientes en erupcionar, suelen quedar impactadas o retenidas, lo que puede generar dolor, infecciones, daños a dientes vecinos y otros problemas.
La extracción compleja de un tercer molar se indica en casos de impactación parcial o total, infecciones recurrentes como la pericoronaritis, caries extensas, quistes o tumores asociados, daño al segundo molar adyacente, o para prevenir complicaciones ortodóncicas. También se recomienda en pacientes que presentan molestias al abrir la boca, inflamación frecuente, o en aquellos donde los terceros molares no cumplen una función masticatoria adecuada. La indicación debe basarse en una evaluación clínica y radiográfica, utilizando idealmente una tomografía (CBCT) para valorar la relación del molar con estructuras anatómicas importantes, como el nervio dentario inferior.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local, y en algunos casos con sedación consciente o anestesia general, dependiendo de la complejidad y el estado del paciente. Se inicia con una incisión en la encía para exponer el diente y el hueso circundante. Posteriormente, se realiza la osteotomía (remoción de una parte del hueso) y, si es necesario, la odontectomía, que consiste en seccionar el diente en fragmentos para facilitar su extracción. Una vez retirados los fragmentos, se limpia el alvéolo, se revisa que no queden restos dentarios o patológicos, y se sutura la encía. La cirugía puede durar entre 30 minutos y más de una hora, dependiendo de la posición del molar.
La recuperación tras una exodoncia compleja de tercer molar requiere cuidados específicos. Durante las primeras 24-48 horas, se recomienda reposo relativo, aplicación de hielo externo, evitar enjuagues vigorosos, no fumar ni beber con pajilla, para prevenir la pérdida del coágulo sanguíneo. Es normal que haya hinchazón, dolor y leve sangrado. El odontólogo puede recetar analgésicos, antiinflamatorios y, en algunos casos, antibióticos. La alimentación debe ser blanda y fría inicialmente. El cepillado debe realizarse con cuidado, evitando la zona quirúrgica. Las suturas se retiran generalmente a los 7-10 días.
Aunque es una cirugía común, la extracción compleja de terceros molares puede conllevar algunas complicaciones. Entre las más frecuentes están: alveolitis seca, infecciones, sangrado prolongado, trismus (dificultad para abrir la boca), o lesión del nervio dentario inferior, lo que puede causar parestesia (hormigueo o adormecimiento) temporal o permanente en el labio o mentón. Otras posibles complicaciones incluyen daño al segundo molar, fractura del hueso mandibular o comunicación con el seno maxilar (en el caso de molares superiores). Una buena planificación quirúrgica, una técnica cuidadosa y un seguimiento adecuado minimizan estos riesgos y favorecen una recuperación exitosa.
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Cirujano Dentista - Dr. José Cano Salinas