Un diente con endodoncia puede durar muchos años, incluso toda la vida, si se cuida adecuadamente. Sin embargo, su durabilidad depende de varios factores clave como el estado del diente al momento del tratamiento, la calidad del procedimiento, y los cuidados posteriores.
Después de una endodoncia, el diente ya no tiene nervio ni irrigación interna, lo que lo vuelve más frágil y propenso a fracturas, especialmente si es un molar o premolar. Por eso, en la mayoría de los casos se recomienda colocar una corona para protegerlo. Un diente sin esta protección tiene mayor riesgo de romperse con el tiempo.
La higiene oral también es fundamental. Aunque el diente ya no tenga nervio, puede volver a infectarse si hay filtraciones, caries nuevas o problemas en las encías. Cepillarse bien, usar hilo dental y acudir a controles regulares con el dentista ayuda a prevenir estos problemas.
En resumen, un diente con endodoncia bien tratado y protegido con una corona puede durar décadas. No obstante, sin los cuidados adecuados o si el tratamiento fue deficiente, el diente podría presentar complicaciones y requerir retratamiento o extracción en el futuro.
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Cirujano Dentista - Dr. Jose Cano Salinas
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