Un conducto radicular calcificado es un conducto dentro de la raíz de un diente que se ha vuelto parcial o totalmente obstruido por depósitos de dentina o minerales, lo que dificulta o incluso impide el acceso al nervio del diente durante una endodoncia.
Este proceso ocurre como una respuesta natural del cuerpo a diferentes estímulos, como golpes, caries profundas, envejecimiento, tratamientos dentales anteriores o inflamación crónica. La calcificación es lenta y, en muchos casos, no da síntomas evidentes hasta que se necesita tratar el diente.
Cuando un dentista intenta realizar una endodoncia en un diente con conductos calcificados, puede tener dificultades para localizar y limpiar el conducto, ya que este se vuelve muy estrecho o invisible en las radiografías. Esto hace que el tratamiento sea más complejo, requiera técnicas especiales o incluso la intervención de un endodoncista especializado.
Aunque es un reto, un conducto calcificado no significa que el diente esté perdido. Con tecnología avanzada, como microscopios dentales o radiografías 3D, muchos de estos casos pueden tratarse con éxito. Sin embargo, es importante detectarlo a tiempo para evitar complicaciones.
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Cirujano Dentista - Dr. Jose Cano Salinas
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