Sí, se puede y a veces se debe hacer una endodoncia aunque el diente no duela. La ausencia de dolor no significa que el diente esté sano.
En muchos casos, un diente con el nervio muerto o una infección crónica ya no causa dolor, pero sigue estando infectado o dañado internamente. Esto puede detectarse en una radiografía o por síntomas indirectos, como una fístula en la encía, cambio de color del diente, o sensibilidad al morder.
Ignorar un diente en mal estado solo porque no duele puede llevar a complicaciones más graves, como la propagación de la infección al hueso o tejidos cercanos. Por eso, si el dentista detecta daño en el nervio o una infección en la raíz, la endodoncia es necesaria, aunque no haya dolor presente.
En resumen: el dolor no siempre es un indicador fiable de que se necesita o no una endodoncia. Lo más importante es el diagnóstico clínico y radiográfico del profesional.
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Cirujano Dentista - Dr. Jose Cano Salinas
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