Las carillas son láminas finas de material, como porcelana o resina compuesta, que se colocan en la parte frontal de los dientes para mejorar su apariencia, corrigiendo problemas como manchas, astillados, dientes desalineados, o la forma del diente.
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El procedimiento de colocación de carillas no es doloroso. La mayoría de los pacientes solo sienten una leve incomodidad al momento de que se preparan los dientes, pero generalmente se usa anestesia local si es necesario. Después de la colocación, puede haber una ligera sensibilidad que desaparece en pocos días.
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Sí, puedes comer normalmente después de la colocación de las carillas. Sin embargo, debes evitar morder alimentos duros o pegarse con objetos como hielo, que podrían dañarlas. También es importante evitar alimentos que manchen los dientes si tienes carillas de resina compuesta.
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El cuidado es similar al de los dientes naturales: cepillado diario, uso de hilo dental y visitas regulares al dentista. También debes evitar hábitos como morder objetos duros, y si eres propenso a rechinar los dientes, usar un protector bucal.
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Las carillas no responden al blanqueamiento dental. Si tienes carillas y deseas un tono más claro en tus dientes, es recomendable consultar con tu dentista para ver si es necesario reemplazar las carillas o realizar otros tratamientos estéticos..
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Las carillas de porcelana son muy resistentes a las manchas, pero las de resina compuesta pueden cambiar de color con el tiempo, especialmente si se consumen alimentos o bebidas que manchen, como café, té o vino tinto.
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Para las carillas de porcelana, es necesario tallar una pequeña capa de esmalte dental para que la carilla se adhiera correctamente. Las carillas de resina compuesta requieren menos preparación. Sin embargo, en algunos casos, existen carillas sin tallado (carillas ultrafinas), que requieren menos intervención.
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Sí, si una carilla de resina compuesta se rompe o daña, a menudo se puede reparar con material adicional. Sin embargo, si una carilla de porcelana se rompe, generalmente debe ser reemplazada, ya que no se puede reparar con facilidad.
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El proceso de colocación de las carillas generalmente requiere dos visitas al dentista. La primera es para tomar moldes y preparar los dientes, y la segunda es para colocar las carillas. El proceso puede durar entre 1 a 2 horas por visita.
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El procedimiento de colocación de carillas implica retirar una pequeña capa de esmalte dental para que las carillas se ajusten correctamente. Si se cuidan adecuadamente, no deberían causar daño a largo plazo al esmalte dental.
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¡Sí! Puedes elegir el color de las carillas para que coincidan con el tono de tus dientes naturales o para conseguir una sonrisa más blanca. El dentista te ayudará a elegir el tono adecuado según tus preferencias.
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En general, el blanqueamiento dental no causa dolor, pero algunas personas pueden experimentar sensibilidad temporal en los dientes o encías, especialmente después de un tratamiento más intenso como el blanqueamiento profesional. Esto suele desaparecer en pocas horas o días.
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Las sesiones de blanqueamiento en consultorio suelen durar entre 45 minutos y una hora. Durante el tratamiento, el dentista aplica un gel blanqueador y, en algunos casos, usa una luz o láser para activar el gel y acelerar el proceso. zonas son más propensas a desarrollar caries.
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